Bob el Constructor

Bob el Constructor

Bulldozer y diversión en el barro

 

Había charcos en el patio después de la lluvia.. La hormigonera estaba aburrida.
– ¿Puedo salir y jugar un poco?? – ella estaba atormentando a Bob.
– NO, moja droga – powiedział Bob – porque te ensuciarás igual que la Excavadora y el Bulldozer.
– Pero es divertido estar sucio! – llamado la excavadora.

Marta estaba trabajando en una finca ese día.. Ella estaba reparando la canaleta en la casa del Sr. Farmer..
– Cómo va? – gritó el casero desde abajo.
– No es bueno – odparła Marta. – No solo tienes un canalón roto, pero también un agujero en el desagüe. Junto con la grúa, tendremos mucho trabajo por hacer aquí..

Bob decidió limpiar el jardín.. Se puso un delantal impermeable y llenó el balde con espuma tibia..
– No, quien se baña primero? – Preguntó.
– Sí, y! – La hormigonera estaba agradecida.
– ni siquiera te has ensuciado – zaśmiał się Bob. – Voy a empezar con la Excavadora.
La excavadora se acercó al Vals.
– Me alegro, que no se me cayó encima. no me gusta lavarme, Me gusta mucho el barro para eso..
– No pewnie, sigues hurgando en el – zachichotał Walec.

Bob enjabonó el Digger y abrió el grifo, para enjuagarlo. el no se dio cuenta, que está parado sobre la serpiente, bloqueando el flujo de agua.
– Interesante, lo que se rompió – powiedział, mirando en un agujero vacío.
Cuando se movió de un pie a otro, el chorro de agua liberado le salpicó la cara y se derramó sobre todos en el patio.
– Oh mi! – Bob gimió sorprendido.

El miedo se escondió bajo la lona del remolque Tractor de la lluvia. Cuando paró de llover, saltó de su escondite.
– Dzięki, Tractor – powiedział. – odio mojarme.
– nimiedad – rzekł Traktor. Su motor gruñó.
La máquina trató de avanzar.. Sin embargo, no funcionó: las ruedas del tractor se atascaron en el lodo espeso..
– no saldré de aquí – jęknął zmartwiony Traktor.
– Relax, Iré a buscar al Sr. Farmer, seguramente se le ocurrirá algo – zawołał Strach.

En el patio trasero, Bob acaba de terminar de enjuagar la excavadora., cuya hoja amarilla ahora brillaba como nueva.
– Es tu turno, Excavadora – powiedział Bob.
– Y no puedes lavar el vals primero? – Stripper retorcido.
– No le tienes miedo al agua, eres? – roześmiał się Bob. – No estás hecho de azúcar.
– Claramente, eso no – niepewnym tonem odpowiedział Spychacz.
En ese momento, sonó el teléfono en el bolsillo de Bob..
– Tienes que esperar, Excavadora – powiedział Bob, y cuando termino de hablar, se volvió hacia las máquinas: – era el señor granjero. Aparentemente, el Tractor se quedó atascado en el barro..
– lo sacaremos – ofiarowała się Koparka.
– Me temo que, que tus ruedas también pueden morder – powiedział Bob. – Prefiero usar una excavadora. Sus orugas funcionan perfectamente bien en superficies resbaladizas..
– pero tengo suerte Bulldozer susurró lleno de alegría en Waltz. – ella no me lavara!
– Puedo entrar con usted? – preguntó la hormigonera.
– De acuerdo – zgodził się Bob.
– Hura! – gritó la hormigonera.
– Usted ayudará? – zapytał Bob.
– Ayudaremos! – las maquinas gritaban a coro.

Beto, La excavadora y la Betonarka se detuvieron en la finca..
– Alarma! BZZZZYT! BZZZZYT! – La hormigonera se hizo pasar por sirena de policía.
En el campo resultó, que el tractor está atascado en el barro para siempre.
– no te preocupes, antiguo Bob lo consoló. – Uno o dos te liberaremos!
Bob aseguró un extremo de la cuerda de remolque al gancho del tractor., y el segundo - al Bulldozer.
– Trzy, cuatro! Jalar, Excavadora! – dio la contraseña
– UUUFF! – el Bulldozer gruñó con esfuerzo, y sus orugas comenzaron a amasar el barro como masa. – UUUFF! puedo manejar! – stęknął, y las ruedas del tractor se retorcieron.
Ambos motores sonaron, el lodo fangoso comenzó a salpicar en todas direcciones.
Cuando el Tractor podía moverse independientemente, El Sr. Farmer agradeció a Bob.
– te invito a un vaso de jugo, amigo – powiedział.
– Delicioso pensamiento – rzekł Bob.
Ambos saltaron al remolque de Tractor y se dirigieron a casa.. La cabalgata fue cerrada por el Bulldozer y la Hormigonera.

Estaban conduciendo a través del prado, mientras el miedo emergía de detrás del árbol. Llevaba un gran bulto de barro en la mano..
– Hej, Concreto! – el exclamó.
La hormigonera se volvió, y la bola de lodo le dio justo en la mascara. PLACA! El barro drenado, hormigonera cosquillas, quien empezó a reír.
– Och, es pegajoso como mermelada – zachichotała.
El miedo hizo un segundo, una pelota aún más grande y se la dio al Bulldozer.
– Estamos peleando? – gritó Bulldozer alegremente y se unió a la diversión.
Se había olvidado por completo de Bob y Tractor..

Cuando Bob llegó a la granja, Allí encontró a Marta.. El cual, con la ayuda de una grúa, estaba terminando de reparar la canaleta.
– Jak ci idzie? – preguntó desde abajo.
– Excelente – odparła Marta. – ya veo, que lograste sacar el Tractor del lodo.
– Esto se debe a la excavadora. – powiedział Bob i odwrócił się, para felicitarlo.
Pero el Bulldozer no estaba allí..
– Interesante, ¿Dónde están Spychacz y Betonarka? – mruknął.

La excavadora jugaba en el barro como un niño.
– Wiesz, Concreto – zaczął opowieść – cuando era tan pequeño como tú, Rodé en grasa todo el día, lodo pegajoso.
– Oh mi! – Mezclador de concreto encantado chirriado.
El estado de ánimo despreocupado fue interrumpido por la llamada de Bob..
– Excavadora! Concreto! Dónde estás?!
– Mmm… nosotros sólo… ponemos tortas de barro – wymamrotał Spychacz.
– Y estábamos preocupados por ti! Mejor vete rápido a la granja. Mr. Farmer te ha preparado una sorpresa.

Cuando todos estaban parados en fila en el patio, Bob les dijo que cerraran los ojos..
– Chi, chí, mam nadzieję, que obtendremos algo extra! – gritó miedo.
– Gotowe? – spytał Bob.
– Gotowe! – Marta y Mr. Farmer exclamaron a coro, llevando un balde de agua jabonosa tibia.
Marta metió el cepillo en el cubo y empezó a fregar el depósito de la hormigonera..
– Cha, cha, pero hace cosquillas – śmiała się maszyna.
La excavadora tenía muchas ganas de abrir el ojo., para ver, lo que la divierte tanto.
– simplemente no mires, Excavadora – zawołała Marta.
Cuando fue el turno del Bulldozer, este se sacudió con disgusto.
– WRRR! – warknął, cuando Marta empezó a lavarlo.
Es tu turno, Miedo! – Sr. granjero dijo.
– solo que no es eso! – Gritó Miedo y estuvo a punto de salir corriendo hacia el campo., pero se resbaló en un charco de barro.
– AUUU! – gimió de dolor Miedo, porque cayó justo sobre su rostro. – ¿Y dónde voy a conseguir una nariz nueva ahora??

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