"Misha"
(un cuento de hadas de un libro de Bruno Ferrero "Cuentos" – en parte en la autoadaptación)
Misha era un osito de peluche. Tenía pies de terciopelo rojo., ojos hechos de botones y una nariz hecha de una bola de lana. Pertenecía a una niña caprichosa, que lo abrazaba a veces, y a veces lo tiraba al suelo o tiraba de sus delicadas orejas de tela. Quería cambiar su destino con todo su corazón.: quería ver el bosque, campos y estrellas, respirar el aire fresco y conocer el mundo que lo rodea.
Un día tomó la decisión más importante de su vida.: decidió huir de la chica. Se aprovechó de la confusión., como lo fue en los días previos a la Navidad, vio una puerta abierta y estaba en libertad.
Tocando tus pies, vagó por la nieve y fue más feliz que nunca. Świat pełen był obiektów do czynienia wspaniałych odkryć: árboles crecieron a lo largo del camino, en cuyas anchas ramas anidaban pájaros, deleitando a Misha con su canto. Las estrellas brillaron en el cielo nocturno. Los ojos de Misha se abrieron: todo era increíblemente hermoso.
era nochebuena. Tardecita, en el que todas las criaturas deben hacer algo bueno. De repente, Misha escuchó el timbre del trineo.. era un reno, quien arrastraba el trineo detrás de él, lleno hasta el borde con paquetes envueltos en papeles de colores. Le explicó al osezno, que reemplaza a santa claus, que ya es demasiado viejo y cansado, caminar en la nieve.
Reno invitó a Misha al trineo.. Y así el oso comenzó a recorrer pueblos y aldeas en un carro mágico lleno de regalos. Fue él quien colocó un juguete u otro regalo especialmente preparado junto a cada chimenea.. disfrutó de esta actividad, Lo disfrute. Si todavía fuera solo un juguete ordinario, no pudo haber vivido una noche así.
Y ahora han llegado al último hogar.: una choza pobre en el borde del bosque. Misha puso su pata en la bolsa grande., estaba buscando, se volvió - pero no encontró nada allí.
– Reno, Reno! No queda nada en tu saco! – lloró osito.
– Y… – un reno preocupado gimió.
Un niño enfermo vivía en la choza.. Podría estar despertando mañana, se suponía que no encontraría nada al lado de su cama? El reno miró suplicante a Misha con sus hermosos ojos.. El cachorro de oso suspiró profundamente., miró a su alrededor, mirando los campos, por la que vagaba con tanto placer. Miró el bosque, y luego entró en la cabaña y para hacer su buena acción de Navidad, se escondió en el zapato de un niño enfermo, en el que esperó hasta la mañana.